jueves, 6 de septiembre de 2012

Día 5: Poema XX

Puedo escribir los versos más tristes esta noche

Escribir por ejemplo: "Painel está de turno
y tiritan, cianóticos, los niños a lo lejos"

El viento de la urgencia gira en el cielo y canta

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Yo lo webié, a veces él también me webió

En las noches como ésta yo estuve de turno
Y ahora está este ctm en un turno infinito

Él me webió, a veces yo también lo webié
Cómo no haberlo webiado con su turno fijo

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Pensar que no tengo turno. Sentir que estoy de ocioso.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin turno.
Y el verso cae al alma como la diarrea a Painel.

Qué importa que el turno no le satisfaga
La noche está estrellada y yo ya puedo webiarlo

Eso es todo. A lo lejos alguien ríe. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con parar de webiarlo.

Como para webiarlo escribo un poema
Mi venganza lo busca, y Neruda se revuelca en su tumba

La misma noche que hace enfermar los mismos niños
Painel, el de antes, ahora no gusta de los niños.

Ya no los quiere, es cierto, pero cuánto los quiso
Su voz buscaba infantes y les ofrecía dulces

De otro. Serán de otro. Como antes de Andrés.
Sus voces, sus cuerpos claros. Sus ojos y adenovirus.

Porque en noches como ésta Painel tiene niños entre sus brazos,
y su alma se contenta con haberlos tenido

Aunque él sea el último pederasta que se reciba
y éstos sean los últimos versos que yo escribo...

jueves, 23 de agosto de 2012

Día 3: La inspiración

Hoy ando sin inspiración.

Punto. Así. Lisa y llanamente.

Como los pelos que se le caen a Andrés por su alopecia.

Y es que ya no hay nada que me inspire a escribir. El vate necesita de su musa inspiradora.

Y esa musa no necesariamente es una mujer, puede ser un paisaje, un momento, un recuerdo, una mancha en la pared, una nube con forma de unicornio, una sonrisa, un joven caliente punteándose a una escolar en la micro, un borracho vomitando, una palabra, un gesto, una mentira o una verdad.

Escribo esto y declaro mi depresión. Es difícil hacerlo público, y me costó algo de tiempo reconocerlo. Lo sé, siempre hay alguien peor que uno, pero a veces es difícil mirar al lado y ver la desdicha del otro. A veces, la oscuridad simplemente te enceguece...

Escribo esto y declaro que mi vida es miserable. Fuera del ámbito jocoso, tomen esto como una sentencia definitiva. Nunca se sabe, quizás mañana ya no esté para promulgar estos pensamientos...

Y es que déjenme explicar el porqué de mi desgracia.

Todo parte hace algunos días, cuando tuve que ir a Santiago a hacer trámites. No me gusta Santiago, es estresante, nadie te sonríe y nadie te respeta. Iba con mi primo y su señora. El día partió mal: Yo quería ir al Alto Las Condes y me llevaron al Parque Arauco, ¡Horror!




Comencé a notar que el día iba mal cuando almorzamos. Fuimos a un local llamado "Friday's".




Pedí una ensalada césar y un agua mineral. ¡Horror! Sólo había comida gringa, alitas de pollo, costillas de cerdo empapadas en salsa barbecue, y bebida no light, que, para peor, era ilimitada. Insistí en la ensalada, pero no hubo caso. Tuve que comer obligado, ya que, para colmo, mi primo pagó la cuenta. ¡Horror!, siendo invitado a una comida tan alta en calorías, tan tóxica, y yo estando obligado a comer y a decir que estaba rica...

En la noche, con hambre ya por la hora, decidimos pasar a una pequeña merienda. No acostumbro a comer de noche, pero le dije "¿Sabes qué, primito? Me comería una galleta de avena". ¡Horror! Malinterpretó todo lo que dije...



Pensé "bueno, al menos tiene tomate". Fue mi consuelo.

Tan deprimido estaba que decidí juntarme con mis amigos para contarle mis problemas. Sabía que ellos me comprenderían, así que llevé mis pañuelitos Elite suavecitos para limpiarme las lágrimas que derramaría al exponer mi tristeza, llevé papel en blanco y lápiz para que me escribieran cartas de apoyo, llevé canciones de Sin Bandera para que todos llorásemos... Pero me encontré con esto:



¡¡Y es que ya estoy cansado del alcohol, de la comida, de la juerga, de pasarla bien en una vida sin sentido, de reírse como si fuera lo único importante, de no estudiar, de no ir a turno, de levantarme a las 3 de la tarde, de hacer las cosas que me gustan, ya no quiero más!!

Mi último consuelo, sería una caminata, un pensar a solas conmigo mismo con Valparaíso como escenario...



Valparaíso, mar calmo y bipolar, cerros acuclillados, misteriosos, gente linda y sonriente, calles mágicas e hipnotizantes, cielos blancos y celestes, puerto enamoradizo y resurrecto, ascensores viejos y testigos, sabios como el vagabundo de la plaza, historiador como el poeta del trolley... Ni un brillo...

Fui a la Piedra Feliz, dispuesto a suicidarme. No aguantaba más. En eso una señora me gritó:

- "Caballero, caballero!!! Mi hijo está con una diarrea fulminante, usted sabe qué puedo hacer?"
- "Llévelo donde el Dr. Dencil" - le dije. Escuché que a él también le había venido una diarrea fulminante mientras estudiaba medicina, y que decidió viajar por el mundo, mientras comía pasto y descubría el poder de los aminoácidos.
- "Ya lo llevé y no se sana. Al hijo de mi vecina le pasó lo mismo, y escuché que lo atendió un Dr. Pañal que lo sanó"
- "Painel" - repliqué -. "Interno Painel..."
- "Muchas gracias" - me dijo - "espero que él le pueda salvar la vida a mi bebé... voy corriendo al hospital"

Eso es inspiración. Quitarse la vida es un absurdo.

Eso es inspiración. Un niño, un bebé, una mamá acongojada, un interno que realiza su deber, que come ligero y que se dedica cien, qué cien, mil por ciento a aliviar el dolor humano.

Al día siguiente, la señora me trajo de recuerdo el pañal de su bebé. Me agradeció porque fue al hospital y encontró al Interno Painel, quién aplicó técnicas de reanimación cardiopulmonar avanzada e infusiones EV de perenteryl. La señora me agradeció, pero el mérito no era mío.

- "No me dé las gracias a mí, señora... déselas a Dios, y al Interno Painel"

Los dos quedamos mirando al horizonte, mientras pasaban los créditos de esta maravillosa historia.



Y es que cada uno debiera tener un Interno Painel en su vida. Para la madre acongojada fue Andrés, para un cesante puede ser una oportunidad laboral, para un quiebre matrimonial puede ser una nueva oportunidad, para un anciano en un hogar puede ser la visita de sus nietos, para un sacerdote puede ser un niño, para un alcohólico en rehabilitación puede ser su piscolita piola...

Para mí, un simple blog...

¿Cómo estuvo el turno, Andrés ql?

jueves, 16 de agosto de 2012

Día 2: La carne

Estimado Andrés:

Hola, como estás. Últimamente le he dado vuelta al tema de la alimentación, ya que algunos dicen que puedo estar un poquito pasado en el peso. Yo insisto en que no me he cortado el pelo y eso es lo que me agrega peso, aunque últimamente me he notado los codos un poquito más anchos...

Mucho he pensado en cómo solucionar este problema, de cómo evitar de que me engorde el pelo. Había dejado el tema de lado, y hoy, en un acto digno de Sor Teresita, fui a ayudarle a una becada a hacer un trabajo. Ocurrió justo lo que yo quería: Me pagó con carne...



Con carne, papas fritas, pan y tocino... después de irnos pensé ¿no será la carne la que me hace engordar?

Puede ser, puede ser...

En estos días he comido bastante carne, y la aguja de la balanza cada vez marca más, porque no hago más que comer carne, aquí, acostado viendo tele... ¿no será la tele?

Puede ser, puede ser...

Así que en un intento retórico, fugaz, decidido, adjetivo, plausible, inédito, édito y sin sentido, decidí dejar la carne! Llevo 3 horas sin comer carne, y no bajo nada de peso. Lo peor de no comer carne es la sed, pero nada como una rica cerveza Kross para calmar la sed.... ¿no será la cerveza?

Ni cagando es...

Decidí armar una junta con mis amigos para el viernes. Necesito conversar este tema con alguien, necesito apoyo, necesito despejarme... ¿no serán los amigos, los carretes hasta tarde, las conversaciones, los chistes, las risas?

Puede ser, puede ser...

Dichoso tú, Andrés, el del físico conservado producto de turnos vegetarianos! el de piernas vigorosas producto de tanto pasearte de box en box, el de manos con callos producto de tanto escribir palabras mágicas que salvarán niños, el de los oídos sensibles al llanto de dolor de una criatura indefensa.

Dichoso tú, Andrés, envidiado por Usain Bolt, por Michael Phelps, por Roger Federer, por Luis Bofill, por Alexis Sánchez y por el mismísimo Chita Cruz. Dichoso tú, Andrés, porque todas las semanas asistes a un turno en donde te ejercitas y comes sano. Dichoso tú, Andrés, porque de tantas toxinas que has liberado, has perdido peso... mírate, si hasta estás perdiendo peso en el pelo...

¿Cómo estuvo el turno, Andrés ql?

miércoles, 15 de agosto de 2012

Día 1: Un mensaje de apoyo

Estimado Andrés:

Hola, como estás. Te cuento que ayer estuve cerca de tu casa amiguito, ¡sí, muy cerquita! Por más que te llamamos la respuesta siempre fue la misma, lástima que justo te haya tocado un turno feriado... La verdad es que te echamos de menos. Para pasar las penas, me vi obligado a beber Alto del Carmen 40º añejado, con su respectiva bebida cola y 3 hielos (normalmente tomo con 2, pero el tercero representaba al amigo ausente).

Estuvo fome, no nos reímos nada... salvo con lo de las expectativas de vida de la Javi, eso estuvo bien chistoso... ah, y lo de los penes, eso también... las canciones, divertida esa parte... y el juglar, eso también me causó gracia... las historias del viernes, no me acordaba de nada, wenas wenas... Victor tomándose un copete, inédito... lo de las amigas con notas, fue notable también... pero aparte de eso, fome fome fome... 

En un arranque de amargura y meditación, decidí separarme del grupo. Faltaba ese qué se yo, ese no sé qué, ese puta el weon. Miraba al cielo y pensaba "¿Estará durmiendo porque tiene turno mañana?". No podía quedarme ahí parado, pensando sin hacer nada

- "Lápiz y papel!" - exclamé - Necesito escribirle unas palabras de apoyo a mi amigo Andrés. Él, que siempre sabía cuando yo tenía turno; él, que siempre me envió una palabra de aliento mientras yo ingresaba u operaba a las 2 de la mañana; él, que mientras carreteaba se acordaba de mí; él, mi amigo fiel...

Me pasaron plumón y papel. Como el plumón era grueso, el mensaje fue más cortito...







Espero hayas leído este mensajito de apoyo...

Después de eso me fui a mi casa. Decidí caminar. El puerto estaba feo, lleno de gente, lleno de flaites. Uno ni siquiera podía sacar el celular para tomar una foto a tan linda noche...


Aunque la verdad, la noche no era tan linda. Todo sombrío, la arena solitaria, suave, tímida, encantadora, el mar calmo, como en Sucupira cuando venía la mujer del mar, el reflejo de las luces y la luna en las aguas del Pacífico. A lo lejos, vestigios de guerras antiguas, cañones ya jubilados. Una suave llovizna que refrescaba la cara y el alma. No te perdiste de nada.



Tan mala noche, que hoy tuve que desahogarme. Decidí ir con mi familia, mis tíos, mis primos, mis sobrinos, y disfrutar aunque sea un rato. Hacía frío, mucho frío. Estaba más helado que pescador de comercial de Tapsin. Y sin nada que comer, mucho peor...



Y era en esos momentos cuando pensaba: "Cómo estará mi querido amigo Andrés, disfrutando de un turno cálido y troglodita, salvando vidas, sonando mocos... cómo estará mi querido amigo Andrés..."

¿Cómo estuvo el turno, Andrés ql?

martes, 14 de agosto de 2012

Bienvenidos

Estimado Andrés Painel:

Hola, cómo estás. Probablemente en este momento estés estudiando cómo preparar una leche, cómo rehidratar después de una diarrea, o quizás simplemente estés quitando diarrea de tus manos. Sea como sea, te deseo lo mejor durante éste, tu último internado.

Aprenderás muchas cosas lindas. Disfrutarás de pañales, y verás como el meconio de verdecito pasa a ser cafecito al cabo de unos días o meses. En unas cuantas semanas, sabrás diferenciar un vómito cualquiera de un vómito explosivo, y, si tienes suerte, sabrás que duele cuando te llega en la cara. Recuerda intentar tenerle el pañal siempre cerquita a la guagua, porque cuando menos lo esperas, ¡Oops!, tu delantalcito blanco está meado. Tiqui tiqui ti! se viene el 18 Andrés, y las diarreas por doquier

Estimado Andrés, te deseo lo mejor para este internado. Por cierto, ¿recuerdas cuando estábamos en Ginecología y Obstetricia, y, mientras yo estaba de turno de noche, me mandaste un mensaje desde el mejor carrete de esos 4 meses, que decía "Saludos al interno de turno"?

Pues bienvenido... elinternodeturno.blogspot.com

(Por cierto, se actualizará todos los jueves...)